El mundo del vino sigue en constante evolución. Vino y tecnología están condenados a entenderse y se van estableciendo nuevas interconexiones entre estos dos mundos, a priori tan separados.
El precio del vino puede ser algo muy arbitrario y oscuro. Encontramos grandes vinos por apenas unos euros y sin embargo otras botellas llegan a las tres cifras con facilidad. Mediante la tecnología, Mike Barrow, propietario de una bodega argentina, ha lanzado una innovadora propuesta: un vino que solo se comprará con sus propias criptomonedas, una especie de ‘bitcoins del vino’.
Cada botella de vino llevará asociada uno de estos ‘tokens’, los cuáles saldrán de inmediato a la venta y se comercializarán por internet con un precio mínimo de costo: cinco euros. Los ‘tokens’ estarán en el mercado durante el período de maduración del vino (hasta 2021).
Una vez que el vino se ponga a la venta solo se podrá comprar con estos ‘tokens’, por lo que será la gente, y no la bodega, los que fijen el precio de la botella. Una bonita innovación que une la tecnología con un sector tradicional como el del vino.
Barrow asegura a la agencia Efeagro que tecnología y vino son dos sectores “condenados a entenderse”. La relación de su bodega con la tecnología va más allá de estas ‘bitcoins’ del vino. Quiere establecer un sistema de ‘blockchain’ para hacer públicos todos los datos del proceso: producción, sueldos, tiempos de maduración, sensores en viñedos… lo que define como “una trasparencia extrema”.
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