Cuando queremos advertir a alguien para que no se le engañe solemos usar la expresión «que no te la den con queso». Con ella lo que queremos decir es «que no te engañen» o «que no te tomen el pelo». Pues bien hoy vamos a explicar la procedencia de esta frase y su relación con el vino.
Para empezar debemos explicar que si comemos un trozo de queso al tomar vino, este alimento puede engañar a nuestras papilas gustativas y tapar los defectos que pueda haber en el vino. Y esto lo sabían muy bien los antiguos dueños de algunas bodegas que vendían su vino. Al realizar catas a posibles compradores de vino, acompañaban siempre la prueba del vino con un plato de queso. Así, si la bebida tenía algún defecto en el sabor quedaría tapado por el queso y conseguirían vender su vino.
Es por eso, que se tomó esta frase ante falsas o engaños. En algún momento alguien se dio cuenta del verdadero uso que se le daba al queso en esta situación y debió de exclamar la frase «que no te la den con queso» para referirse al engaño. Y a partir de ahí se extendió al lenguaje de uso cotidiano.
¿Conoces alguna otra frase de uso cotidiano relacionada con el mundo del vino?
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