Australia produce vinos de excelente calidad/precio. Es un país que no aparece en el podio de los grandes productores ni exportadores de vinos. Sin embargo, si aún no has probado ningún producto de esta tierra, te animamos a hacerlo. Seguramente te lleves una grata sorpresa.
El estilo, como norma general, del vino australiano concuerda con lo que busca el mercado internacional. Vinos repletos de sabor y toques afrutados, consecuencia de su buen clima soleado.
La vid llegó a Australia en 1788. No tiene una relación, por tanto, con este cultivo tan antigua como puede ser España, Francia o Italia. No está al nivel de producción de estos países, pero en los últimos años ha ascendido hasta el sexto puesto del ranking mundial de productores. Con un crecimiento del 6% desde 2013 ha adelantado a países de tradición vinícola como Argentina y Chile.
Hasta hace un cuarto de siglo el vino australiano no tenía comercialización internacional. Hoy podemos encontrarlo en la mayoría de los países debido a la relación con la calidad que se ha ganado a pulso en los últimos años.
Los mejores caldos de esta tierra se distinguen por su complejidad, estructura y gran potencial de envejecimiento. Para muestra un botón: South East Australia Chardonnay, de la bodega Southern River.
Un vino originario del sudeste de Australia 100% Chardonay. Su color es amarillo pajizo, claro y brillante. En el paladar se nos muestra pleno, sabroso y lleno de contrastes: toques afrutados, fresco pero seco a la vez y con latentes notas de melocotón y albaricoque.
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