¿Sabías que el mar es un excelente medio para el envejecimiento de los vinos? Así lo han demostrado las botellas antiguas víctimas de naufragios y encontradas en perfectas condiciones, con las que se ha podido comprobar que la evolución que han experimentado estos vinos ha sido la de un envejecimiento diferente al experimentado en tierra (muchos de estos productos han sido subastados por grandes cantidades, desde 60.000 € la botella).
Por ello existen bodegas submarinas. Pero lo más importante de todo, es que el envejecimiento bajo las aguas marinas no perjudica al medio que lo alberga, por lo cual este método es respetuoso al 100% con el medio ambiente.
Tras la fermentación del vino y su posterior crianza en las bodegas tradicionales, los vinos serán almacenados en jaulas que se anclarán al fondo del mar. Las jaulas permitirán el contacto del agua con el vino y será el propio mar el que conserve las botellas. Debido a la ausencia de oxígeno, a una temperatura constante, a la falta de luz, ruido y a el movimiento del mar, el envejecimiento es más lento. Tras meses o incluso años bajo el mar, el vino estará perfecto para consumir.
Muchos expertos aseguran que los matices que aporta este tipo de envejecimiento a los vinos submarinos son increíbles. Afirman incluso que se puede apreciar matices salados o minerales en el vino. Estos sabores no se pueden apreciar en los vinos terrestres, que son menos complejos.
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