20961068 – wine bottles stored in a shelf, very shallof dof
A este síntoma se le denomina enfermedad de la botella o «bottle-shock» y consiste en la pérdida de cualidades y aromas de los vinos, una condición transitoria que desaparece en días, semanas o meses.
Esta enfermedad sucede por el estrés en el proceso de embotellado, donde el vino pasa de la barrica a la botella. Proceso en el cual el vino se ve expuesto al oxígeno, lo que provoca un desencadenamiento de reacciones químicas en el vino. Es por ello que el tiempo que necesita el vino para asumir e integrar este oxígeno se denomina momento de «bottle-shock». Otra situación de estrés se da cuando éste es transportado desde el lugar de producción del mismo hasta su punto de venta, debido a las condiciones de temperatura y el movimiento.
Los síntomas son fácilmente identificables, ya que se reflejan en el color y en la limpidez del vino o también en el cambio de aromas y sabores más amargos y fragmentados, por causas de naturaleza físico-químicas. Por lo general, unos días de descanso es la cura para recuperar su color natural. Sin embargo, el tiempo recomendado puede variar según lo que recomiende cada bodega.
En el supuesto de que abramos una botella en estado de «shock» y muestre aromas desagradables, recomendamos optar por opciones como la aireación o la decantación del vino, con el fin de eliminar los malos olores producidos por la enfermedad de la botella.
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