El artista que convierte los corchos en obras de arte, «Corcho a Corcho», se llama Conrad Engelhardt. El descubridor de la belleza y la creatividad en el descorche de una botella de vino, ofrece un destino alternativo a miles de corchos.
Este artista y químico y su esposa son amantes del vino y siempre tuvieron la costumbre de guardar los tapones. Cuando se dieron cuenta de que ya estaban ocupando mucho espacio, Conrad decidió reciclarlos a través de la creación de cuadros.
Este artista no solo reutiliza los corchos, sino que también aprovecha las manchas de vino para crear con ellas los dibujos, de manera que, prescinde de la pintura sin renunciar al colorido.
De hecho, muchas de sus creaciones son exhibidas en los propios restaurantes que le aportaron los corchos.
Inspirado por el impresionismo, esta son algunas de sus extraordinarias obras:
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