El vino necesita estar en condiciones óptimas para no perder sus propiedades y que no se eche a perder una vez abierto. Para ello, toma en cuenta estos consejos:
– Una vez abierta la botella, comienza la oxigenación del vino, por lo que sus propiedades se diluyen. Por tanto, cuánto más tiempo esté expuesta al aire, más se perderán sus propiedades. El vino se pude consumir hasta 36 h después de haber abierto la botella.
– La botella abierta necesita unas condiciones especiales. Es importante que se encuentre en una zona fresca y seca de la casa, en una temperatura ambiente que no supere los 22º C. En verano, mantenerlo en la nevera es primordial para su conservación.
– Tras abrir la botella, es mejor guardarla en posición vertical para disimular el contacto del aire con el vino.
– Hay que tapar siempre la botella con su propio corcho, puesto que es uno de los mejores aislantes de líquido que existe.
– Otra alternativa cuando no se ha terminado la botella, es cambiarlo a una más pequeña.
Hay que tener en cuenta que cada vino es especial, y no todos se conservan en buen estado durante el mismo tiempo. Los espumosos son los que más se deterioran. Los blancos, tintos de crianza y rosados duran entre 3 y 5 días, mientras que los tintos jóvenes pueden durar una semana aproximadamente.
Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.
ACEPTAR