Tumbadas, de pie, abiertas, cerradas, depende de si es blanco o tinto, dentro de la nevera, fuera, en un lugar con luz, sin luz… estas y otras dudas nos pueden surgir a la hora de guardar nuestras preciadas botellas de vino. En Interneika queremos darte algunos consejos para que te asegures de que guardas correctamente tu vino en casa.
1. Mantenlo en un lugar con poca luz. Una continuada exposición a los rayos UV puede hacer que nuestro vino adquiera un olor algo desagradable. El vino se oxida con la luz.
2. En horizontal. Las botellas de vino que tengan corcho deben estar siempre en horizontal. Esto se debe a que, si están en vertical, el corcho se seca por no estar en contacto con líquido. Una vez que sucede esto, el aire puede entrar en la botella y estropear nuestro vino.
3. Mueve el vino lo menos posible. Las vibraciones y movimientos pueden afectar de manera negativa a sus propiedades.
4. Aíslalo de olores fuertes. El vino siempre respira, aunque sea poco. Por ello una exposición a olores desagradables puede hacer que nuestro vino se “contagie” de esos malos olores. Sobre todo, aléjalo de productos de limpieza y lejías y asegúrate de que haya buena ventilación.
5. No siempre por almacenarlo más tiempo el vino se vuelve mejor. Hay vinos que como máximo se pueden almacenar dos años. Los rojos pueden estar hasta 10 años, pero los blancos no suelen pasar de tres. Nuestro consejo es que lo disfrutes antes de que se estropee por esperar demasiado.
6. Para profesionales. Si tu ilusión siempre fue tener una pequeña bodega hay dos aspectos que debes controlar, además de los anteriores. Mantén la humedad en torno al 70% y una temperatura constante, entre los 13 y 16 grados.
Pero ¿Y qué pasa cuando el vino ya lo tenemos abierto? Nosotros aconsejamos almacenarlo en frío, horizontalmente, con el corcho puesto, no más de una semana. Así no perderá su sabor ni olor.